martes, 14 de abril de 2009


AHORRANDO $$$ Y CUIDÁNDO EL PLANETA. 

 Desde hace un tiempo hemos venido escuchando, en diferentes medios de comunicación, en los colegios, universidades, simposios, etc. hablar sobre el tema ambiental. Dicen que debemos ser ambientales, ecológicos, recicladores y algunas otras cosas más, que en su momento pensamos, analizamos, y tal vez nos aparece un sentimiento de culpa o de responsabilidad y pretendemos cambiar y aprender a ser mejores en este aspecto y a cuidar el ambiente.

Algunos lo piensan o lo deciden por el planeta, otros por sus hijos, otros por el dinero y otros más simplemente tienen una conciencia ecológica sin saber muy bien por qué.

Si recordamos cualquiera de nuestros días y lo revisamos desde el punto de vista ecológico y ambiental, podemos decir que vivimos produciendo continua contaminación.

Nos levantamos, entramos al baño, utilizamos el inodoro, descargamos una cantidad considerable de agua, luego abrimos la llave de la ducha y esperamos afuera mientras se calienta; así gastamos un poco más de agua y de gas o electricidad; luego entramos a la ducha y permanecemos allí más de 6 minutos. Más tarde ya vestidos, abrimos la nevera y la despensa, tomamos los alimentos que prepararemos o comeremos directamente. Todos vienen empacados de una u otra forma. Servimos el cereal y botamos la caja y la bolsa metalizada a la caneca, servimos el jugo de naranja y hacemos lo mismo con la botella plástica o de vidrio, luego preparamos café y el mismo procedimiento se sigue con el frasco de café y la bolsa o caja de leche.

Todos los empaques de nuestros alimentos y demás elementos que usamos a diario, como los de aseo, terminan en la misma caneca, mezclados con material orgánico (desechos de alimentos) y todos van a parar al depósito de basura del edificio, de dónde son sacados para ser llevados por el camión de la basura al algún relleno sanitario, en dónde pasarán decenas, cientos o, en algunos casos, hasta miles de años descomponiéndose y volviendo a la tierra para ser parte de diversos ciclos.

Sin embargo, está en nuestras manos disminuir el impacto de dichos elementos en la Tierra. Debemos cambiar el estilo de vida y la disposición de los contenedores de desechos. Así como hemos cambiado tantas cosas para adaptarnos a la nueva tecnología y a las nuevas comodidades brindadas por los avances, también debemos adaptarnos para cuidar al planeta que habitamos. Es lo mismo que cuidar nuestro carro, nuestra casa, nuestro perro, a nuestros hijos, nuestra salud. A diario hacemos muchas cosas para ello e invertimos dinero en lograrlo. Pero no hemos sido concientes de la importancia de cuidar el planeta entero.

Solemos oír diferentes reflexiones e investigaciones sobre el calentamiento global, la polución, las enfermedades respiratorias, la extinción de especies, el daño a la Tierra, la contaminación de ríos y mares, etc. Pero todo eso nos parece muy grande, muy global, muy del planeta y, tal vez, nada nos toca a nosotros como individuos.

Sin embargo, es muy fácil; es cuestión de cambiar unas cuantas costumbres. Cada persona y cada familia puede tomar las decisiones y hacer los ajustes pertinentes.

 Algunos aspectos a re-pensar:

  -          Es necesario abrir la ducha y dejar correr el agua mientras estamos fuera de la misma?

-          Necesitamos toda el agua que usamos en cada descarga de la cisterna? Recuerdan los ladrillos y botellas que se pueden meter para disminuir el volumen gastado?

-          Podríamos cerrar la llave del agua mientras nos afeitamos o enjabonamos la loza.

-          Podemos separar los desechos orgánicos de lo reciclable. Es fácil recordarlo: Cómida, desechos de comida, papel higiénico, servilletas, toallas higiénicas en lo orgánico. Lo demás (papel, cartón, botellas, vidrio, plástico, tetrapack, bolsas) es reciclable. EXISTEN ALGUNOS “PUNTOS DE RECICLAJE” EN LA CIUDAD, A LOS CUÁLES PODEMOS LLEVAR LO RECICLABLE.

EN EL CENTRO COMERCIAL PALATINO HAY UNO MUY BUENO. Está apenas se entra al parqueadero.  

También podemos encontrar los puntos del Éxito y las canecas de Peldar.

-          Y nuestro medio de transporte que? Qué tipo de vehiculo usamos? El transporte público que permite repartir la contaminación entre los usuarios y así es menos que si cada uno usara un vehículo automotor? O el carro particular? Qué tipo de carro es? De qué cilindraje? Qué modelo? Está sincronizado y cumple con los parámetros de contaminación? Es nuevo y cumple con las normas ambientales de zonas como Europa? Funciona con gasolina o con gas? Tal vez la bicicleta sea lo nuestro? O la moto?

-          Qué bombillos tenemos en la casa y en la oficina? Aún los incandescentes que generan un alto consumo de electricidad, por tanto un alto gasto de agua y un mayor gasto económico. O ya tiene TODOS los bombillos fluorescentes, que proveen la misma intensidad de luz utilizando una cantidad bastante menor de electricidad?

-          Y el lavado del carro? Es en casa con la llave del agua abierta permanentemente y con manguera? O con balde o, aún mejor, en el lavadero de carros; en donde reutilizan el agua, la limpian y la vuelven a impulsar por las mangueras.

-          Y el uso de los electrodomésticos qué? Usamos lo necesario o mantenemos el radio, computador, televisor encendidos al tiempo y, tal vez, mientras leemos el periódico?

-          Y el lavado de ropa? Usamos la lavadora con la cantidad de ropa acorde a la de agua? O lavamos a menudo poca ropa con mucha agua?

-          Y finalmente, que educación ambiental estamos transmitiendo  a nuestros hijos y a las nuevas generaciones? Podemos tener una caja de reciclaje de papel, inventarnos algo para las botellas y latas; y luego todo al baúl del carro y al centro comercial palatino (Cr. 7 # 140).

 En otra ocasión escribiré algunas acciones puntuales a realizar para lograr impactar positivamente al ambiente a diario y sin mayor enredo, pero por ahora, creo que podemos comenzar a aplicar algunas, probar y ver cómo disminuyen nuestras cuentas de servicios públicos, al tiempo que sabemos que estamos cuidando nuestra casa, la Tierra.

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