domingo, 7 de marzo de 2010

POR FIN CÉDULA DE CIUDADANÍA NUEVA

Recuerdan la odisea para solicitar la nueva cédula?

Pues, finalmente, la tengo.

Recuerdan que en la registraduría había dicho que para diciembre estaba? Pues, no fui a averiguar en diciembre, porque me imaginé que no estaba. Pero fui en enero, y un par de policías bachilleres apostados en la puerta de la registraduría de Usaquén me dijeron que habían trasladado los documentos al Cade de Servitá, y que debía llamar al 195 para verificar si mi documento ya estaba.

Al llamar, contesta una grabación. Tras oprimir el número 8, me enteré que mi cédula no estaba. Dejé pasar un mes más, y volví a llamar y por fin estaba. La grabación me dio dos opciones. Solicitar una cita en el Cade para reclamarla o solicitarla a domicilio por 20 mil pesos.

Opté por la primera. La grabación me pidió dar un teléfono al cuál nunca llamaron. 15 días después decidí pedirla a domicilio. Volví a llamar y por fin, tras la opción de solicitarla a domicilio, por primera vez me contesto una humana, con quien fijamos el día (sábado 6 de Marzo) y el horario (de 2a 6 p.m.) para la entrega del documento.

Teniendo en cuenta lo anterior y la próxima carrera de atletismo, la primera válida de la Copa extrema de carreras de montaña, salí a trotar a las 8: 20 a.m., subi a la entrada del parque del acueducto “Quebrada La Vieja” en la Av. Circunvalar con calle 70, ingresé al parque, troté lo que más pude en esa pendiente subida llena de piedras, llegué arriba y continué por el carreteable que lleva al cruce de santiamén, unos metros adelante del peaje de patios, en la vía a La Calera. Cuando trotaba por la vía destapada hacía el cruce de la virgen, mi celular timbró en el “pocket” Nike en mi brazo izquierdo (el mismo que originó la caída del ciclopaseo en La Calera. El pocket, no mi brazo). Eran cerca de las 10 a.m. Era mi mamá para decirme que acababa de ir a la casa el mensajero de Thomas (empresa de mensajería que entrega las cédulas), y que iba al medio día.

Como recordarán, la operadora me había dicho que entre 2 y 6 p.m., pero fueron a las 10 a.m. y volverían más tarde, pero también fuera del horario establecido. Así, que no hubo más que continuar el camino y regresar a la casa antes de las 12 m. Con mucha hambre por el ejercicio y por la falta de almuerzo, a las casi 3 p.m. decidí ir a comprar algo para almorzar y regresar a seguir esperando, ya que el mensajero no llegó al medio día.

Finalmente, casi a las 4 p.m. llegó. Se hizo el trámite. Como tres firmas, dos huellas digitales en un lector conectado a algo que parecía un Avantel, y otra más en el papel, y por fin ya no pareceré un viejito cada que vez que deba mostrar la cédula vieja, bien vieja; esa de papel y laminada.

Ahora vamos por el siguiente trámite; levantar la prenda que tiene el carro a nombre de Coopcafam, la cooperativa que me prestó una parte para comprarlo. También hay nueva tarjeta de propiedad, similar a la cédula, en el mismo material, del mismo tamaño y con hologramas. Suerte.

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