jueves, 6 de agosto de 2009

Correr la Media Maratón


Este es un reto que a muchos les parecerá lejano; más, sabiendo que son 21 Km. Cuando pensaba en esa distancia me parecía mucho. Pero a la vez pensaba en que mucha gente la corría y lo lograban. Tenia claro que no haría el tiempo de los kenianos acostumbrados a correr huyendo de los leones en África, pero por qué no habría de poder?

Se supone, se dice, y vemos a diario que el hombre es capaz de hacer cosas de las que no se creía capaz. Entonces, por qué no?

Hace un par de años me puse la meta de correr la media maratón, pensé en hacerlo ese mismo año y comencé a entrenar. Fue un re-comienzo, pues me había dedicado más a la bicicleta que a trotar; así que el cuerpo se había desacostumbrado. Sin embargo, comencé con una distancia corta, 5 Km. Luego, poco a poco, fui aumentándola. Cuando llegué a los 8 Km tras algunas semanas de trotar (sólo los fines de semana) tuve un lesión por excederme en el esfuerzo. Fue una tendinitis y una contracción muscular en la rodilla izquierda. El dolor que producía me hacía detener y fue necesario hacer un tratamiento con relajante muscular, anti-inflamatorio, analgésico y fisioterapia para que volviera a la normalidad.

Esto hizo que los entrenamientos se detuvieran. Volví a la bicicleta, ya que en ésta no me dolía la rodilla. Finalmente, pude retomar los entrenamientos y volví a correr a partir de la última distancia que había logrado.

Recordaba la primera vez que corrí una carrera de 10 Km. Todo estuvo bien hasta los 7 Km, en donde, por falta de entrenamiento tuve que detenerme, caminar un tramo y luego, continuar. Ahora tenía claro que no quería detenerme en las siguientes carreras, independiente de la distancia; por lo que me esforzaba en los entrenamientos.

Tal vez, muchos hemos sentido esa imperiosa necesidad de detenernos en el momento en el que el cuerpo se niega a continuar; pero es justo ese el momento de hacer un esfuerzo voluntario y obligar al cuerpo a seguir adelante. Claro está que esto se puede hacer si el cuerpo se encuentra bien; de lo contrario nos encontraremos ante otra lesión. Además, este esfuerzo al límite de las capacidades del cuerpo, es el que hace que la resistencia y estado físico aumenten. Igual a como los últimos levantamientos de pesas de la última serie, cuando levantamos pesas y a los músculos les cuesta trabajo continuar; son esos últimos “empujones” los que aumentan la masa muscular y por tanto la fuerza. Este esfuerzo final es el que hará que la próxima vez logremos recorrer la misma distancia con menor desgaste y menor cansancio.

Durante el tiempo de entrenamiento, que resultó ser mayor al que pensé inicialmente debido a otras actividades deportivas y no deportivas, participé en otras carreras de 10 Km, las cuales logré terminar sin detenerme y en un tiempo decente.

Pero seguía rondándome la idea (meta) de correr los 21 Km. Así que cuando comenzó la publicidad sobre la media maratón de Bogotá 2009 comencé a entrenar aún más duro, aumentando la distancia y obligando a mis piernas a seguir corriendo aún cuando intentaban detenerse. Pasé de 10 Km a 13, luego a 16, 18, y finalmente 21.

No fue tan fácil como escribirlo ahora. Fueron vartios fines de semana de trotar y no detenerse ante en cansancio. Finalmente conseguí la distancia que quería aunque el tiempo me parecía largo; pero sabía que ese era un aspecto a mejorar en las próximas carreras.

Ahora me pregunto por qué correr? Y no tengo una respuesta definida. En parte es gusto personal, así como ver T.V. para otros, jugar en el computador o X-box para otros. Pero hay una diferencia; correr cansa, y una distancia de 21 Km, agota. Entonces por qué hacerlo? Y por qué tanta gente (20.000 personas) lo hacen?

Algunas camisetas de los corredores de la media maratón tenían letreros que decían algo así como: “… 10 años corriendo por gusto…”. Una vez más, aparece el gusto.

Yo creo que hay algo más de fondo que solo el gusto. Creo que los seres humanos tienen la necesidad de sentirse capaces de hacer lo que quieren. Aquí cambia el solo gusto por una sensación de bienestar, de superación, de satisfacción personal.

Aunque no todos tenemos los mismos gustos y capacidades; es sorprendente y me hace pensar, el encontrar personas invidentes, en silla de ruedas (propulsados por sí mismos o por otro), cojos, con prótesis, etc. y personas de edad (los llamados adultos mayores) a mi paso por el recorrido demarcado en las diferentes carreras en las que he participado; y a la vez ver a diario personas con su cuerpo completo y sano, llevar una vida sedentaria y, además, quejarse por todo (lo lejos de la tienda de la esquina, lo lejos de la nevera, lo cansados que están el fin de semana como para moverse del sofá, etc.).

No sé si sea una obligación o una responsabilidad mantenerse bien físicamente. Yo creo que sí lo es. Creo que se nos ha dado un cuerpo para cuidarlo, disfrutarlo, aprovecharlo y tenerlo al servicio de lo que debamos hacer en este mundo. Además, me pregunto que piensa la gente que no lo cuida, que no hace ejercicio, y que como consecuencia de esto, se enferman con mayor frecuencia y tienen menor resistencia a las enfermedades. Será que les gusta pasar por todos los trámites necesarios para lograr una cita con el médico general, para que les formule unas pastillas y ya?

Es sabido y demostrado que el ejercicio moderado y frecuente hace que el cuerpo se mantenga funcionando correctamente. Hoy, debido a los cambios alimenticios y al estilo de vida hay gran cantidad de personas sufriendo estreñimiento. A la par del aumento de esta dolencia aparece gran cantidad de medicamentos y suplementos para contrarrestarlo. Sin embargo, la gente sigue igual. Desde hace muchos años se utiliza el caminar para hacer que el intestino se mueva. Cuando se requiere tomar una muestra de materia fecal en perros, se los leva a caminar; cuando un caballo tiene cólico por parálisis intestinal y se requiere que el intestino se mueva, se lo lleva a caminar. Tras cirugías abdominales (como apendicectomía) se lleva a caminar al paciente por los pasillos de la clínica. Esta simple actividad es una gran ayuda para esas personas, en vez de permanecer quietos con el dolor abdominal y tomando laxantes. Claro está que es necesario hacer el esfuerzo de caminar aún con el dolor. Igual, no es necesario salir a la calle; en la casa se puede hacer.

El anterior es solo un ejemplo de las bondades de la actividad física. Existen otras como mantener el corazón sano, mantener las venas y arterias destapadas, mantener el sistema linfático drenando correctamente los desechos del cuerpo, ayudar a tener una recuperación más rápida en post-operatorios.

Recuerdo que cuando estaba en el colegio, hablábamos del futuro de hombre si, a medida que avanzaba la tecnología aumentaba el sedentarismo; y pensábamos en humanos con cuerpos pequeños y delgados, pero cráneos grandes para alojar un cerebro altamente desarrollado. En múltiples representaciones, como dibujos, películas, etc. aparece una figura similar a esta. Sin embargo, creo que esto no será una realidad, espero que nunca, ya que las calles, parques y gimnasios se ven atestados de gente a diario, y aún más los fines de semana.

Pero también encontramos personas totalmente sedentarias, que no caminan; solo utilizan el carro o taxi para moverse; no se despegan del televisor y el computador; y por alguna extraña razón esto coincide con un alto consumo de coca-cola y cigarrillo.

Como actividades físicas se vale todo; no necesariamente es correr o hacer grandes esfuerzos en el gimnasio. Se vale caminar, montar bicicleta (sin motor), trotar, sacar a caminar al perro, nadar, y otras como arreglar el jardín (si esto implica moverse), hacer oficio, aeróbicos, etc.

Correr la media maratón lo lleva a uno un escalón más arriba tanto física como mentalmente. Es un reto en el que no sólo trabajan los músculos sino también la mente, ya que el cansancio comienza a acumularse a medida que pasan los kilómetros. A partir del Km 15 uno comienza a encontrarse corredores que yo no los son; ahora son caminantes. Gente que se ha rendido ante el cansancio. A medida que se avanza se encuentran más personas detenidas o caminando, y algunos otros siendo atendidos por los socorristas de la cruz roja en los andenes, separadores y puestos de primeros auxilios. En estos momentos el cuerpo intenta detenerse; y es el momento de aplicar lo de “mente sobre cuerpo” para continuar hasta el final.

El público que sale de sus casas a ver la carrera es un gran apoyo con sus comentarios de ánimo para los participantes. Las palabras de desconocidos animan el espíritu e impulsan el cuerpo. Es gratificante ver como la gente disfruta con el esfuerzo y el triunfo de personas a quienes no conoce; pero que en el momento en que lo ven desfallecer, trotan o caminan al lado de él o ella por un corto tramo, brindándole algunas palabras de ánimo que, en la mayoría de casos, hace que el corredor recobre fuerzas y emprenda de nuevo la carrera. Aunque son personas desconocidas y que no participan de la carrera; son seres humanos preocupados por que otros logren su meta. Ojala (OH ALA) así fuéramos todos para todo. El mundo avanzaría de una forma diferente con la solidaridad y ayuda de otros; y no es hacer lo que le corresponde a los demás; es dar ese apoyo y ese ánimo para sentirse alegre por el triunfo de otros, incluso desconocidos.

Quedan muchas carreras por correr, muchas metas por cruzar y una fuerte invitación a todos a moverse de la manera que lo prefieran.

P.D. No es buena idea correr ninguna carrera sin antes haber entrenado; ahí es donde aparecen las lesiones.

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